El incidente, ocurrido este sábado, dejó un saldo de al menos 14 personas fallecidas y más de 700 heridas, según los últimos reportes oficiales.

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Desde las primeras horas tras de la tragedia, el Gobierno venezolano envió sus condolencias a las familias afectadas, reconociendo el dolor y la incertidumbre que embargan a la comunidad local. Además, extendió votos de pronta recuperación para los cientos de heridos, muchos de los cuales permanecen hospitalizados debido a la magnitud del siniestro.

La explosión, originada en un área de almacenamiento de productos químicos y mercancías peligrosas, provocó un incendio de gran envergadura que aún mantenía en alerta a las autoridades y equipos de rescate.

La onda expansiva dañó edificios y vehículos en las inmediaciones del puerto, obligando a la suspensión temporal de todas las actividades portuarias mientras se estabilizaba la situación.

En medio de la emergencia, el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, expresó su pesar y ordenó una investigación inmediata para esclarecer las causas del accidente. Las imágenes difundidas por medios locales mostraron escenas de pánico y una densa nube negra cubriendo el cielo de Bandar Abbás, reflejo del impacto que tuvo la tragedia en la vida cotidiana de cientos de familias.

Venezuela, a través de su mensaje oficial, reafirmó los lazos de amistad y cooperación que unen a ambos pueblos y reiteró su disposición a acompañar a Irán en este difícil momento. En palabras del portavoz, Yván Gil Pinto, “la empatía y el apoyo mutuo son más importantes que nunca”.

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